En la etapa conceptual de cualquier proyecto constructivo, es de suma importancia analizar los espacios de los cuales dispondrá nuestra obra (estos irán ligados en mayor parte a los parámetros de diseño acordados con cada cliente), la zonificación funciona como herramienta de articulación principal para la visión futura de cada una de esas ideas que pretendamos desarrollar.
Por ejemplo, para un proyecto residencial, disponemos comúnmente de:
– Área Privada
– Área Social
– Área de Aseo
– Área de trabajo
Identificar cada una de éstas, y, además, combinarlas en armonía y precisión en pro de su funcionamiento y contexto de emplazamiento, es un punto clave para pretender lograr toda obra arquitectónica de calidad óptima, por otra parte, la cantidad de información que podemos extraer desde nuestra idea inicial gracias a la implementación este tipo de diagramas, es vital para las diferentes circulaciones y flujos que interactúan de manera tangibles e intangibles dentro y fuera de nuestro modelo de edificación.