La importancia de la luz como elemento arquitectónico en todo el proceso de diseño de cualquier edificación o espacio, es fundamental. Ya que ésta funciona como herramienta para moldear la percepción visual y espacial de cualquier espacio arquitectónico, si se planifica en cualquier proyecto, y se diseña cuidadosamente su disposición, ejemplo: (el tipo de iluminación que habrá, los colores, formas y texturas), destacará, y en definitiva, la sensación que transmitirá estando integrada en una determinada obra arquitectónica, podrá generar un impacto más amplio en cada una de las obras que pretendamos desarrollar.

Entonces, es un hecho que la iluminación, es sin duda un factor clave para conseguir un espacio donde resaltar formas y colores, con el fin de ser capaces de generar una imagen con coherencia entre todos los elementos arquitectónicos. Entenderla e incluirla dentro del enfoque principal y no secundario en el proceso de diseño de cualquiera de nuestras obras es imprescindible para todos aquellos que quieran conseguir trabajos impactantes, funcionales, y estéticamente bien logrados.